capitulo 12 : nevada
Al despertar todo estaba exactamente igual, solo que yo habia cambiado de brazos me encontraba en los brazos de tia Rose.
Los demas se encontraban entrenando duramente en el patio, parecia que mama había
mejorado un poco pero no lo entendia, no comprendia cual era la razon para entrenar tan fuerte, la cara de mi mama mostraba la gran angustia al no poder lograrlo.
No comprendia nada no entendi como en tan poco tiempo mi vida habia cambiado tanto dando un giro tan grande donde quedo mi pequeña familia amorosa y unida?.
No es que no meguste tener a los invitados adoro a Zafrina, a Carmen y a todos los demas pero habia algo mas que no me podia explicar o que no me queria explicar yo sabia bien que todos esos vampiros no estaban ahi solo para hacernos una visita seria mucho mejor si solo fuera eso no queria abrir los ojos no queria ver lo que estaba pasando.
Mi familia estaba pasando por algo muy grave, queria solucionarlo pero se me hacia imposible quisiera entenderlo.
Sentia como la sed empezaba a recorrer mi garganta, desde que empezo todo este alboroto no eh podido salir a cazar y Carlisle no ah ido al hospital tampoco.
No quise decir nada pues si decia que sentia sed tal vez solo los preocuparia mas de lo que ellos ya lo estaban asi que preferi quedarme callada.
Inconcientemente en un momento empece a tocarme la garganta debido a que el dolor era muy agudo.
Zafrina se percato inmediatamente de esto y se lo dijo a Carmen ella rapidamente se acerco y me pregunto dulcemente.
-Tienes sed pequeña Renesmee?
No me pude negar mis acciones me delataban y no creí resistir mas le respondi que si e inmediatamente ella y Eleazar me llevaron a cazar.
Ultimamente había menos animales como si se estubieran escondiendo como si le temieran a algo.
Subimos tres grandes montañas pues no encontrabamos alguna presa.
Recorde la ultima vez que fui de caza junto con Jacob como lo extrañaba tanto a Jacob, a Mi Jacob.
El aire se sentia frio pero muy suave casi no lograba mover mis rizos.
Al estar en la punta de la montaña al fin encontramos algunos siervos y no dudamos en cazarlos yo prefiere siempre los alces pero raramente no pudimos encontrar ninguno aun buscandoles por un largo rato.
Termine de cazar y me limpie las gotas de sangre que sobresalían de las fisuras de mi boca, algo cayo en mi cabeza algo extremadamente frio, levante la mirada hacia arriba para ver lo que era y me di cuenta de que estaba nevando, no se por que pero esta nevada me daba un mal presentimiento.